Aunque las previsiones climatológicas eran bastante adversas para realizar la ruta del día 31 de enero, decidimos intentar realizarla según lo previsto, y valorar in situ las probabilidades que teníamos de completar la ruta en su totalidad.
El mayor problema que nos encontramos fue que debido a las fuertes lluvias del día anterior, tanto el rio Lozoya como la multitud de arroyos que le aportan agua estaban desbordados, la noche anterior a nuestra llegada el rio se salió de cauce anegando gran parte del valle.
Al poco tiempo de empezar la ruta, nos encontramos en un cruce, que el camino se había convertido en un arroyo con un caudal bastante fuerte y con una profundidad lo bastante grande como para que no pudiéramos cruzarlo, después de este problema y como la ruta era circular, la idea era intentar hacerla en sentido contrario y volver por el mismo camino, pero después de hablar con un vecino del pueblo, nos comunico que por esa parte del valle estaba todo igual y que incluso los agentes forestales habían cortado caminos, también nos aconsejo una ruta alternativa por la otra vertiente del valle.
Ya que estábamos allí y la climatología no estaba tan adversa como las predicciones decían, nos dimos un buen paseo por la vertiente norte del valle, por lo menos para aprovechar la mañana, después comimos tranquilamente en un restaurante de la localidad.
Como la ruta programada, se quedo pendiente de realizar y de entrada tenía muy buena aceptación, en cuanto las condiciones lo permitan la volveremos a publicar.