Sábado 2 de Julio de 2022
Descripcion de la ruta:
En este segundo día de actividades en Los Pirineos, nuestro objetivo es Vértice y pico de Anayet, estando hospedados en Formigal nos dirigimos unos kilómetros hacia el norte por la A-136 para parar en el aparcamiento del Corral de Mulas, una pena que haya que dejar aquí los coches al borde de la carretera habiendo dos kilómetros más arriba un aparcamiento inmenso de la estación de esquí, pero como está cerrada nos toca patearnos este tramo por el asfalto hasta el final, desde aquí ya cogemos el sendero GR-11 para remontar el Barranco de Culivillas, se ve que es un sitio bastante frecuentado ya que hay buena afluencia de personas, se ve de todo, desde genta bien equipada, incluso para hacer noche, como gente que parece que va a la playa.
El tramo del barranco ya no da un respiro, para arriba sin tregua, todavía no hace mucho calor y por lo menos nos podemos refrescar, el entorno es precioso y vemos que al final del barranco hay una bonita caída de agua esparcida por las rocas, un último repecho mas vertical para llegar a los Llanos del Anayet, según vamos subiendo y se van abriendo las vistas se nos presenta majestuoso el esbelto Pico Anayet, y un poco más arriba nos encontramos con una preciosa planicie verde, donde está el principal Ibón y de fondo nada menos que el majestuoso Midi D’ossau, después de un rato de observación y una vez que el grupo está reunido seguimos sendero hacia el collado, otra buena subida entre bombas de lava y tierra roja, desde el colado las vistas ya son espectaculares, tanto de lo que nos queda por subir como del resto, primero giramos hacia la izquierda para hacer la ascensión al Vértice de Anayet con sus 2559 metros, aunque el sendero solo tiene la dificultad del terreno suelto en algunos tramos las piernas ya se van resistiendo, pero poco a poco hasta arriba, en la cima las fotos de rigor y nos volvemos hasta el collado para rematar las ascensiones con la subida al Pico Anayet, curiosa mezcla de materiales volcánicos según vamos avanzando, al dar la vuelta a una mole rojiza ya vemos el tramo donde hay una cadena para ayuda en la subida, vemos que hay gente bajando y otros esperando para subir, aunque nos queda un buen tramo por terreno suelto vemos que nos va a tocar esperar unos minutos, una vez que nos toca el turno comenzamos la subida por la pendiente bien sujetos a la cadena para evitar alguna caída peligrosa, el tramo estando seco se pasa sin dificultad, después un tramo de sendero y comienza una vertical chimenea con el suelo muy suelto y peligro de caída de piedras, paso a paso con tranquilidad se supera y enseguida estamos arriba, una cima chata donde caben bastantes personas sin problema, seguimos admirando todo el entorno mágico de Los Pirineos y para abajo que todavía queda, la bajada de la chimenea todavía más critica que la subida, llegamos a la cadena y casualmente no hay nadie subiendo, bajamos sin dificultad y luego otro tramo de suelo descompuesto antes del sendero que nos lleva al collado, desde aquí la vuelta es por el mismo camino, cuando llegamos a la zona de las bombas de lava, buscamos un sitio cómodo y paramos a comer, después en el barranco otra
paradita para refrescarnos en el arroyo y ya seguido hasta la carretera. Hemos esperado tres años para poder hacer esta ruta, pero ha valido la pena totalmente.
